Por Telmo Martín | Pontevedra | 26/05/2011
Pero mi partido me propuso ser el candidato de Pontevedra. Pedí unos días para pensarlo y consultarlo con mi familia. Una vez que acepté me puse a trabajar en un proyecto para hacer de Pontevedra una ciudad con “más empuje”. Los resultados en la campaña fueron buenos y como es conocido nos quedamos a un puñado de votos de gobernar.
Cuatro años después las cosas han sido diferentes y los pontevedreses, aunque he sido el candidato más votado, no me han dado su confianza para gobernar. Como empresario estoy acostumbrado a aceptar rápido la realidad. Tal y como en su momento dije no volveré a presentarme a la alcaldía de Pontevedra. Mis planes son volver a donde tenía previsto hace 4 años, eso sí, después de gestionar el traspaso de responsabilidades con la serenidad que recomienda el sentido común. Tengo 52 años y una importante deuda con mi familia y empresa, y a ellos, especialmente a la primera, voy a dedicar mi tiempo en los próximos años. ¿Volveré a dedicarme a la política? Creo que no, pero como la película de James Bond “nunca digas nunca jamás”. Sabéis que siempre he defendido que hay que saber volver a la actividad profesional.
He hecho lo que he creído mejor, he formado la candidatura que he considerado más apropiada, he propuesto un proyecto ambicioso para Pontevedra. En pocas palabras, he intentado no traicionarme a mí mismo. Pero también soy consciente que genero rechazos, que hay quienes me perciben prepotente porque hablo de lo difícil como si fuera muy fácil, que la candidatura no ha gustado a ciertos sectores y que mi proyecto es calificado de faraónico. Pero lo importante no es lo que parece sino lo que uno hace y por qué lo hace y, por tanto, no me arrepiento de nada. Es evidente que me hubiera gustado ser más comprendido y, por tanto, más votado; pero el tiempo nos permitirá valorar los acontecimientos con más perspectiva.