Por Manel Pardo | Santiago | 14/12/2009
La primera regla para construir una lei do Solo que todos respeten es asumir que no gustará a todo el mundo y dejar los cálculos electorales para la noche del día de las votaciones; la segunda regla es ser conscientes de que si el 40 por ciento de la población vive en las siete grandes ciudades, el 60 por ciento restante no y es ahí donde se diseñará la Galicia del futuro, si no tenemos claro que hacer en el litoral si deberíamos estar seguros de lo que no hacer y el mismo principio se puede aplicar a lugares como Os Ancares. El Caurel, los distintos caminos de Santiago o nuestros ríos, espacios que bien administrados serán una fuente de recursos turísticos muy importante pero en los que se debe de terminar con ambigüedades; la última regla es asumir que la dispersión de la población además de un problema es una realidad y entender que su solución no es posible en los cuatro años que dura una legislatura.
No hace mucho hablaba con un arquitecto que me explicaba lo difícil que resulta adaptar las obras a la legalidad y el gran número de ocasiones en los que se debe de optar por saltarse pequeñas normas o intentar explicar al cliente que lo que pide no se sabe si es legal o no. Como en muchos otros temas creo que lo que falta es dialogo no solo entre políticos, que eso a veces parece una utopía, si no también con todos los implicados ya sean arquitectos, fontaneros o simples contratistas.