Por Telmo Martín | Pontevedra | 16/05/2011
A la una y media celebramos en Pontesampaio la fiesta de San Isidro. Nos fuimos a comer cordero a Casa Santiago, en Campañó. Para chuparse los dedos.
Con el depósito lleno nos fuimos a patear la parroquia de Mourente, donde posteriormente se incorporó el conselleiro de Educación. Estamos acostumbrando a los conselleiros a patear el rural. Hay que sacarles de los despachos para que tengan contacto con la realidad pontevedresa. Mientras tanto, mis compañeros seguían en la ciudad.
Por la noche dimos el mitin en Mourente, en la Cultural que estaba abarrotada. Os podéis imaginar que a uno en estos casos se le pone la carne de gallina. Lo que más me gusto fue que, pese a la candidad de gente que hubo, pudimos mantener el modelo de mitin que estamos haciendo en todas las parroquias, participativo, en el que hablamos 10 ó 15 minutos y los vecinos nos preguntan todo lo que quieren.