Por Telmo Martín | Pontevedra | 03/06/2011
Después de meses de gran intensidad comunicativa y mediática necesitaba unos días de silencio para reflexionar sobre lo ocurrido. No creáis que vuestros comentarios me pasan desapercibidos. Todo lo contrario, los he leído y releído con mucha atención y me provocan largas reflexiones. La mayoría son muy cariñosos y aunque alguno lo dude nunca censuro un comentario por crítico que sea. Lo que sí hago es borrar los que incluyen insultos, que, por cierto, son muy pocos.
Coincido con muchos de vosotros en que una de las razones de no haber alcanzado la mayoría absoluta es la dificultad para aceptar los cambios, el miedo a lo desconocido, al empuje y determinación que conlleva el proyecto que les propusimos a los pontevedreses. No lo habré conseguido en esta ocasión, pero a lo mejor, en un futuro no muy lejano, otros pondrán en marcha las iniciativas que hemos propuesto. Porque lo que es evidente, es que Pontevedra tiene 2 problemas que algún día tendrá que resolver: la falta de actividad económica y la mejora de la movilidad urbana y periurbana. Si no se resuelven, Pontevedra nunca estará en condiciones de competir con otras ciudades. Y, si es así, espero que no lo sea, nuestros hijos y nietos pagarán un alto precio.
Muchos de vuestros comentarios me invitan a “no tirar la toalla”, “sacar conclusiones e insistir”, “superar los momentos difíciles”, “insistir en las partes del proyecto que gustan” y otras expresiones similares. Os lo agradezco mucho y no voy a negar que vuestros ánimos están sembrando en mí dudas que no tenía hace una semana. Mientras mi mente se aclara necesito seguir en silencio, por lo que los comentarios de este blog no serán lo frecuentes que eran habitualmente. Muchas gracias a todos por vuestra atención.