Por Mar Barcón | A Coruña | 29/07/2011
Resulta hasta conmovedor contemplar los esfuerzos de la concejala del área intentando dar verosimilitud a unos datos descabellados. El Ayuntamiento coruñés fue, tradicionalmente, solvente y capaz desde el punto de vista financiero y riguroso en la estructura presupuestaria que aprobaba cada año. Pero al PP le sobra la verdad y le faltaban titulares escandalosos, entretenidos como estaban en justificar el sueldazo que el alcalde pensaba asignarse. Ahora que ya tenemos “agujero” nos explicarán que no puede haber inversiones, ni aumentar la dotación en políticas sociales… y todos encantados…
El cuerno de África se desangra en una hambruna que volverá a diezmar una población cuya única esperanza es la cooperación internacional. Entre tanta crisis y tanta preocupación por nuestro Estado del bienestar, se nos olvidó de nuevo que media humanidad se muere sin nada que llevarse a la boca. Ocupados como estábamos en la prima de riesgo, se nos pasó un detalle sin importancia: para millones de niños el único riesgo es no despertar mañana. Para ellos, la muerte; para nosotros, la vergüenza de permitirlo y no remediarlo.
Camps dimite camino del Juzgado, mientras Rajoy se fuma un purazo a su salud. La imputación del President valenciano pesa como una losa sobre el PP triunfante; Mariano lo sabe y manda al inefable Trillo a negociar una salida airosa para su “amigo del alma” – y el del “bigotes”- . Las negociaciones culminan en un acuerdo que dejaba a Camps rehén de la voluntad del presidente nacional del PP: aceptaba una multa y su culpabilidad pero mantenía la presidencia de la Generalitat valenciana. Camino del patíbulo , el condenado viró 180grados, plantó a sus abogados y se permitió un subidón al dirigirse a los valencianos explicando que ofrecía ese sacrificio “por España y por Rajoy”. Paco Camps eligió enfrentarse al juicio pero jugar la única carta que le da alguna oportunidad de ser libre frente a Rajoy, Cospedal y el “aparato” que le escucharon con el corazón en un puño. Con la mirada encendida como subiendo al Carmelo, Camps se crece mientras Trillo no sabe bien qué decir y Rita Barberá parece haberlo entendido todo. El PP ensaya la beatificación del ex President mientras Rajoy musita entre calada y calada..
El Monumental de River rinde homenaje al oficio futbolísitoc de la selección charrúa. Tras la decepción de la selección anfitriona, el título cruzó el Río de la Plata para culminar la espléndida trayectoria de los uruguayos en el último año. Terceros en el Mundial, campeones continentales, los celestes de la mano de Tabárez dieron un nuevo ejemplo de esfuerzo y humildad y se convirtieron en la selección americana que más veces ha levantado el trofeo continental (15). Y si la fiesta fue uruguaya, el más feliz fue, sin duda, Diego Forlán, que cerraba un año maldito convertido en el símbolo del triunfo de su país. Forlán vivió esta temporada el infierno del desencuentro con su entrenador y con media afición - y medio Calderón silbándote hace mucho daño- , deseó mil veces que la temporada terminase y cuando creía que nada podía ir peor rompió su compromiso matrimonial apenas unos días antes de su boda. Pero el domingo Forlán olvidó a Quique Sánchez Flores, los silbidos colchoneros y el desamor y metió dos golazos que le permiten mirar frente a frente a su padre y a su abuelo: ambos ganaron, en su día, la Copa América; Diego es, al fin, un digno Forlán.
Cantaba con la profundidad y el abandono de quien ha elegido el camino más oscuro de los posibles. Amy dijo “no, no, no..” una y mil veces cuando le decían que se rehabilitara, que su talento merecía una vida longeva y sus seguidores la querían en el escenario. Nada que hacer. Eligió irse como tantos otros, entre las brumas que sólo la química puede ofrecer. Los fans llenaron su puerta de flores, los grandes almacenes sus escaparates con su rostro, las cadenas de radio sus programas con su música y las discográficas han ganado un nuevo mito que vendernos. A su entierro fueron los 200 que la querían y algún ave de rapiña buscando carroña con la que comerciar. En medio de la conmoción, su padre, el taxista que la aficionó al jazz, la despidió “buenas noches, mi ángel, duerme bien”. Él y su madre todavía la recuerdan como aquella niña sonriente, antes de que aprendiera a cantar, antes de cardarse el pelo, antes de que Amy repitiera una y mil veces.. “no, no, no..”.
Cientos de miles de noruegos salen con rosas a la calle para recordar a sus muertos y defender la democracia. Noruega. Ese país rico, tranquilo, aburguesado, el reino de la igualdad y del bienestar acomodado es incapaz de comprender qué ha sucedido. Stoltenberg, el primer ministro de uno de los países más ricos del mundo se descubre de repente como el mandatario de una nación sacudida por el terror. “Breivik no destruirá la convivencia”. Ojalá. El fanático ultra ha sido capaz de matar a setenta personas, dejar en evidencia a la policía de un país que se siente – se sentía- seguro e inocente y recordarnos que la violencia intolerante no descansa.. Ojalá no consiga destruir la convivencia y no convierta a Noruega en una sociedad temerosa y desconfiada. La muerte no puede remediarse; el dolor no puede curarse pero podemos intentar que el terror no domine nuestras vidas.